12 de agosto de 2010

IGUALITA A ELLA

El lunes tuve oportunidad de ir a la avant premiere de "Igualita a mí", la película que protagonizan Adrián Suar y Florencia Bertotti, dirigida por Diego Kaplan.
Estaba anunciada para las 20, nosotros llegamos a las 20 y 25, sufriendo como locos porque el tránsito por la Lugones estaba casi detenido completamente y nos hizo perder unos cuantos minutos hasta que nos desviamos y logramos llegar al nuevo shopping Dot donde están los cines en los que se proyectaba la peli.
Cuando entramos, todos agitados, descubrimos que el evento estaba en la previa:  muchas chicas muuuuy snobs tratando de parecer intelectuales gracias a unas pilchas de diseño que se compraron en Palermo  Soho y muchos chicos en la misma situación, sólo que a ellos no se les nota tanto por la ropa sino por los invariables anteojos de marcos gruesos y cuadrados.  Además de noteros varios a los que por no tener TV de cable no conozco y gente de más edad con caras de estar ocupándose de algún asunto importante del evento que caminaban presurosos como si de esa caminata dependiera el que la tierra siga girando.
Entramos.  Por suerte la mayoría seguía careteando afuera de la sala, en el hall, por lo que había unos cuantos lugares libres.  Una chica rubia pasaba un balde gigante de pochoclos convidando a desconocidos de fila en fila,  alegando que eran un montón de pochoclos y ella no los iba a poder terminar.
Seguimos con suerte porque los asientos delante de los nuestros fueron ocupados por personas de estatura normal, ahí suspiré aliviada porque odio que la cabeza del de adelante se encuentre justo a la altura de mis ojos.  Rino se levantó un par de veces a saludar a otros que habían trabajado en la película y a eso de las 21 comenzó la proyección.
La peli está bien.  No pasará a formar parte de la filmoteca de nadie que le guste el buen cine, pero se puede ver con cierto agrado y hasta me hizo reir a carcajadas varias veces y derramar unas lagrimitas sobre el final.  Teniendo en cuenta que yo he llorado viendo "Sorpresa y media" de Julián Weich,... (es decir que yo sí soy una fulana de lágrima fácil y que rara vez me río cuando miro cine o tele) podemos concluir que se trata de una comedia aceptable con un par de golpes bajos sentimentaloides.  Es que el tema toca una cruda realidad:  el paso del tiempo, así que con 41 y pico no pude menos que sentirme identificada con unas cuantas cosas que le pasan al protagonista.
Yo conocía parte del guión porque Rino me lo había contado cuando la estaban filmando, así que no me sorprendió demasiado la historia.  Ni ahora ni hace varios meses cuando me lo contó ya que había tenido el gusto de ver un tiempo antes una bella película coreana titulada "Speedy Scandal".  
"Igualita a mi" es "Speedy Scandal".  El eje de la historia es exactamente el mismo, las escenas iniciales parecen calcadas, las situaciones que generan comicidad son muy similares y el final no deja lugar a dudas: "Igualita a mí" es el título de la película argentina pero si las películas hablaran, bien podrían ser palabras en  boca de la coreana.
¿Casualidad?¿Inocente coincidencia? ¿O menosprecio del público que pagará su entrada creyendo que va a ver una creación original?